Se cree que el origen de la artesanía en Olinalá data del siglo XVl, en
que un Sacerdote de apellido Álzate enseño a los lugareños a aplicar pigmentos
y lacas de origen vegetal sobre la madera del árbol de linaloe. Para hacer una
cajita de Olinalá hay que aplicar alrededor de 32 pasos.
Se cortan los trozos de madera de linaloe, solo que se encuentran muy
lejos de la comunidad, la traen de las cercanías de Huitzuco y del Estado de Puebla.
Posteriormente se cura hirviéndola en agua caliente e insecticida. Luego se pasa
a la carpintería a fabricar la primera pieza; más tarde hay que resanar los
defectitos y lijarla; enseguida se tiene que barnizarla y dejarla secar. Después de
ellos se procede a rayar y a puntear la artesanía.
Las manos son maltratadas por el uso diario de las lijas, las maderas,
piedras, aceites y las pinturas; para el proceso de rayado en la madera, se usa
una pluma de Guajolote y una espina, con ellas de trazan las figuras, ya que se
terminó el rayado se continua con el punteado, que consiste en trazar puntos de
colores con pincel o puntilla de tinta elaboradas artesanalmente. Posteriormente,
en el caso de las cajitas, se embisagran y se barnizan. 
Las manos son maltratadas por el uso diario de las lijas, las maderas,
piedras, aceites y las pinturas; para el proceso de rayado en la madera, se usa
una pluma de Guajolote y una espina, con ellas de trazan las figuras, ya que se
terminó el rayado se continua con el punteado, que consiste en trazar puntos de
colores con pincel o puntilla de tinta elaboradas artesanalmente. Posteriormente,
en el caso de las cajitas, se embisagran y se barnizan.
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